martes, 13 de octubre de 2009

El juego de elegir














Mi amigo y yo,tarde tranquila, salir a beber.
Quizás la calle, o casa de algún conocido. Donde sea.
Él 36 pesos, yo apenas 17.
Un día más, caminar por donde siempre, pero no todo es normal,
hoy el viento raspa, casi no hablamos.
Tuve un sueño, más bien, una premonición.
Viaje a eso, a lo que llamamos futuro,
lo vi, va a morir, quisiera intervenir,
pero se que es lo que el quiere, lo amo,
no intervendré en sus decisiones.

Mezcal barato, y el refresco, igual.
Tres horas, estupenda despedida, estamos ebrios.
Todo está listo, ambos lo sabemos. Nos miramos.
Hago una broma y no ríe, escucho que vienen por él,
se paraliza, pero se ve tranquilo,
yo también lo estoy, se que es él a quien buscan.

Todo se distorsiona, no hay figuras ni sonidos definidos,
así fue en mi sueño. Después de un rato todo termina.

Estoy recostado ahogándome con mi propia sangre,
y él, ahí esta, hincado a un costado de mi agonizante cuerpo,
sonriendo burlonamente. Ambos sabemos que está vez me engañó,
pero a fin de cuentas todo es un juego, le sonrío también y desaparezco.

-Ernesto, te buscan afuera- me dice mi madre
a través de la rendija que queda entre la puerta y el marco de la misma.
Despierto, me levanto, me siento de maravilla.
Salgo de mi habitación y me asomo por la ventana de la sala,
ahí esta él de nuevo, parado frente a la puerta de mi casa.
Se que será divertido,
Muero por saber quién ganará hoy…

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