domingo, 18 de abril de 2010

Mejor ciego.

Y uno se pudre como la madera mojada, se desvanece con el tiempo,

sin rastros, sin un porque. Es genial que tú nunca pienses en eso,

es hermoso que no te guste mirar para adentro, así es como la gente es feliz.

Pero, ¿Por qué no vienes y me escupes en la cara?,

¿tú no estas triste? No, creo que tú eres como el viento, vas, te desplazas,

haces lo que quieres pero nada sientes, o sientes pero da igual,

aún así te vas, te vas sin mirar lo que has hecho,

lo que hice yo, lo que hicimos.

Ya todo esta bien, corre y busca tus sueños,

yo mientras me arrancaré los ojos, pues al mirar hacia adentro me quemo,

y afuera, afuera ya no estas tú.

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